¿cómo y por qué se fabricó la guerra?
Por Atilio A. Boron
Antes de ser elegido presidente de los Estados Unidos Dwight D. Eisenhower fue el primer comandante de la OTAN. En febrero de 1951, pocos meses después de asumir sus funciones escribió textualmente lo siguiente: “Si en 10 años todas las tropas americanas estacionadas en Europa con el propósito de asegurar la defensa nacional no han regresado a Estados Unidos, entonces este proyecto, la OTAN, habrá fracasado.” Las tropas no regresaron, sino que su presencia en Europa no cesó de acrecentarse.
No sólo eso, sino que una vez desintegrada la Unión Soviética y contrariando las solemnes y huecas promesas de los principales líderes de los gobiernos occidentales (Clinton, Bush, Obama, Helmut Kohl en Alemania, Tony Blair en el Reino Unido, etcétera) en el sentido de que “la OTAN no se movería una pulgada hacia el Este” trasladaron pertrechos y efectivos hasta las fronteras mismas de Rusia. ¡Cómo! ¿No era que el enemigo era la Unión Soviética y el comunismo?
No. El enemigo era, y es, Rusia, una país demasiado extenso y poderoso cuya sólo presencia, sea bajo un régimen comunista o capitalista, es un obstáculo a los planes de dominación mundial (Chomsky dixit) de Estados Unidos.