Dejen gobernar a Gustavo Petro
Por Aram Aharonian
El festejo fue, es y será intenso. Una multitud de mujeres y hombres de todas las edades, pero en su mayoría jóvenes, coparon la tarde-noche del domingo 19, felices, las calles, avenidas y parques de sus ciudades y barrios residenciales, y las veredas de sus pueblos caribeños, amazónicos, andinos. Sí, sí se pudo.